Por fin llegó el dia….y que rápido pasó todo. Antonio Vega cumplió con un auditorio hasta la bandera, con un público entregado desde los primeros acordes.Una figura sensible, la voz que parece se rompe, y su inmensa humanidad, hace que Antonio sea el más admirado, el más querido y venerado de los músicos españoles que conozco.
La de ayer fue una sesión de repaso: La última montaña, Se dejaba llevar por ti, El sitio de mi recreo, pero también de novedades: Ángel de Orión.El público disfrutó al máximo, de un sonido impactante, crudo en ocasiones,-sorprendente-, y mimético en otras.
Si su voz no estuvo todo lo clara que desearíamos al comienzo, nada que objetar a su feeling con la guitarra. Es un genio; maneja la saturación de su Vox como nadie. Desde los riffs más duros en San Antonio 13 a los sonidos esbeltos en Mis dos amigos. Sólo un bis. Una décima de segundo, -estremecedora-, a dúo con Basilio Martí y la esperada Chica de ayer. Y esto fue todo, nada más y nada menos.