La cantante norteamericana Janet Feld nos dió una lección sublime del mejor folk-pop que se pueda oir hoy en dia.
Su paso por el Don Floro el pasado 29 de abril será dificil de olvidar.A las 21:45 exacto se subió al escenario esta musa del folk americano, con dos únicas armas, su voz y su guitarra. ¿Y para qué más?, me pregunto yo. Pero antes de entrar en materia y analizar del porqué las críticas que predecían el éxito de Janet en Avilés, no eran humo, más bien todo lo contrario, quiero no pasar por alto, algo palpable y real.Lo primero, darle las gracias a la gente que acudió al concierto. Sois maravillosos. Un comportamiento y respeto (silencio) asi, no lo recordaba yo desde hacia tiempo. A sabiendas de que un concierto acústico, en un bar, es muy difícil de organizar sin el apoyo y complicidad del público; lo de Janet, el pasado sábado, me pareció tan bonito como inolvidable. Por eso, gracias de verdad a todos los que asististeis.
Por el contrario no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar y soltar unas preguntas en el aire. ¿Dónde estaban los músicos de Avilés?, ¿Dónde estaban los folkis de esta ciudad?. A buen seguro moviendo el culo en algún bar a ritmo de bakalumba.
No tengo nada contra esto, pero si me da bastante pena y dolor, tener que soportar, a los mismos de siempre, cuando me dicen a lo largo del año en muchas ocasiones: -es que no hay nada interesante, nunca-. Perdonad chicos, los que no sois nada interesantes sois vosotros. Más bien, diría que sois todos unos patanes.Janet desgranó durante hora y media, algunas de las canciones de sus 4 discos, sobre todo del Pulling on Strings. No faltaron las versiones como el Born To be wild, que interpretó de manera brillante y que el público agradeció. El final fue, como se esperaba, con una Janet entregada a todos y cada uno de los que quisieron charlar con ella, firmando muy gustosa los discos que allí se vendieron.
Un placer conocerte Janet.