El concierto que Murphy y Durand ofrecieron en Avilés, el pasado viernes 13 de enero, fue sencillamente inolvidable. Son de esas tardes, imborrables, que permanecerán en la mente de los que allí estuvieron, por bastante tiempo.A las 6 de la tarde, Elliott y Olivier salían del hotel Ferrera en dirección al auditorio avilesino, con sueño y con los músculos entumecidos del viaje desde la capital viguesa. Tras una hora de prueba de sonido, las butacas del recinto, aún vacías, relucían de manera extraña; …las luces ténues del escenario, la voz de Elliott,los arpegios de Olivier…; algo se palpaba en el ambiente, que nos daba a entender, que ésta, sería una noche mágica. El presagio invitaba al optimismo, ya que sólo 4 horas antes, había recibido la llamada de una mujer increíble, la dama más admirada del rock español, de Luz Casal; estaba en Avilés, y quería saludar a sus grandes amigos Elliott y Olivier; yo le dije, que le esperaba con los brazos abiertos. Lo que luego ocurrió, podemos considerarlo como un gran regalo de reyes para esta ciudad; el regalo que sólo artistas de la talla de Luz puede ofrecer.Si ya era grande y exquisito lo que nos estaba ofreciendo Murphy, que voy a contar de lo que nos dió Luz al lado de este par de ‘ bestias guitarreros ‘ : Piensa en mi….
Todos los que alli estuvisteis, vibrasteis, la butacas ya lo presagiaban, y nosotros, Álvaro Dylan, Xulio, Luis, Paco, yo…., nos emocionamos al veros a todos en pie, enfervorizados, encantados, desmelenados, entregados. Mil gracias amigos.
Nos vemos en el concierto de Antonio Vega. (Foto: Ricardo Solis)