Wilko Johnson en Avilés

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Ex_ DR. FEELGOOD

VIERNES 29 DE ENERO DE 2016

AUDITORIO CENTRO NIEMEYER

Entradas a la venta: taquilla Centro Niemeyer, Laboral Ciudad de la Cultura, www.liberbank.es y 902 106 601

El ciclo Avilés Arte Sonoro que programa la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Avilés y el Centro Niemeyer aúnan sus fuerzas para la programación 2016. El inicio de esta colaboración se inicia con el concierto de uno de músicos más importantes de la escena Británica en los 70 y 80: Wilko Johnson.

 

Wilko Johnson es sin duda uno de los íconos del rock británico de los años 70. Su inconfundible riff de guitarra, su presencia casi “killer” en el escenario como miembro de Dr. Feelgood le catapultó como músico de culto. Junto a Lee Brilleaux, formaron una de las bandas más emblemáticas del r&b y pub-rock de la historia de la música en el viejo continente, llegando a ser número uno en las listas inglesas, con varios de sus discos.

La leyenda continuó su camino en solitario tras fuertes desavenencias con Brilleaux, pero eso no apagó la fuerza y el carisma de Wilko entre todos sus seguidores.

 

Con más de 25 años de largo camino y eternas giras, Wilko ha estado luchando por su carrera durante décadas, pero en los últimos meses la batalla que ha librado ha sido por su vida. A finales de 2013 se le diagnosticó un cáncer terminal de páncreas, y el mítico miembro de Dr. Feelgood decidió no someterse a quimioterapia. Pero afortunadamente se lo pensó dos veces y acudió al Addenbrooke’s Hospital de Cambridge, donde ha conseguido vencer la enfermedad.

«El cáncer se ha ido por completo, todo gracias a mis médicos», nos confirma este veterano pub-rocker, últimamente en boca de todos por la publicación del sensacional disco grabado junto a Roger Daltrey (cantante de The Who), «Going back home». «Nunca creí que vería publicado el álbum, mi tiempo se agotaba y pensaba que aquella grabación sería mi último trabajo antes de morir», cuenta Johnson.

 

«Fue justo después de terminar el disco cuando los médicos me llamaron para decirme que creían que podía haber una posibilidad de operarme. Me fui para allá, y mientras estaba tumbado en la camilla, el disco llegaba a las tiendas y empezaba a venderse. La gente que iba a visitarme me decía: «Wilko, el disco está siendo todo un éxito, se vende como rosquillas….». Pero yo estaba lleno de tubos y completamente sedado por la morfina, así que no me enteraba de nada de lo que estaba pasando realmente. Fue una sorpresa maravillosa cuando desperté tras la operación».

 

 

Su fuerza de voluntad, nos dice, no ha sido la única herramienta que le ha permitido sobreponerse a tan dura situación. «El cáncer puede hacerte sentir muy, muy solo. Creo que lo mejor que pueden hacer los seres queridos de un enfermo de cáncer es darle compañía, amistad».

 

Pero además, estaba el escenario. «Pensar en volver a actuar también me daba mucha fuerza –asegura–. Ir a España, por ejemplo, es algo que quiero volver a hacer muchas más veces en el futuro, “todas las que pueda”. El público español tiene una pasión por la música que para mí es como la mejor medicina». Aun así, confiesa Johnson, «cualquier concierto es ahora importante para mí. De hecho, ahora todo es especial para mí».

Sus planes son seguir dando conciertos «y ver qué pasa». Pero poder encarar el futuro con salud le ha supuesto una inyección de energía que piensa emplear en todo aquello que le ilusione. Como por ejemplo, volver a actuar en «Juego de Tronos», donde interpretó el papel del siniestro verdugo Ilyn Payne. «Lo disfruté muchísimo. La verdad es que sí, tengo esperanzas de volver a participar en la serie», dice.

Pero hay una espinita clavada en su carrera que es más importante. Un sueño pendiente que ojalá pueda cumplir cuanto antes. «Sí, ese sueño sería poder colaborar alguna vez con Bob Dylan. Si pudiese tocar con él, aunque fuera sólo una canción, sería un hombre feliz».