¿Me oye alguién?
La experiencia me dice, que tras la finalización de un concierto, y hablo desde el puesto de organizador, lo mejor es sentarse, tomar unos culinos de sidra y analizar detenidamente todo lo ocurrido durante la jornada. Este concierto al que me refiero era distinto. Se trataba de un tributo, merecido claro, el 29 de diciembre pasado, a unas personas que han realizado un trabajo con honestidad por la música asturiana. Pero, en realidad, mi artículo no quiere hablar ni del concierto en si, ni de los resultados del mismo. Eso lo dejaré a los críticos que los periódicos tienen y que merecen todo mi respeto.Yo voy a ir a otra cosa. Gracias Sr. Alcalde. Usted si que sabe estar en su sitio. El acto creo que lo merecía. Usted ha estado, con su señora, en primera fila, como creo que debe de ser. Apoyando la jugada. Es entonces cuando a mi me vienen las grandes dudas. Dónde coño estaban los concejales del PP e IU. Donde estaban los concejales de la oposición, ojo, todos los de la oposición, incluidos los independientes de ASIA. ¿De vacaciones?. Debería caerles la cara de vergüenza. ¿Son ustedes la alternativa?. Y sobre todo, los de IU, responsables, del departamento de Cultura de mi Ayuntamiento. Hay que tener poca vergüenza, y ser un impresentable para faltar a este acto. Si señores concejales. Me da vergüenza que ustedes me representen cerca o lejos de mi ciudad. Los avilesinos deben saber la clase de personas que son ustedes. Les queda grande el cargo y el despacho. Váyanse, de una puñetera vez. Avilés no se merece personas como ustedes. Para mi hubiera sido más fácil callarme, y aceptar lo que una y otra vez he tenido que soportar de su política y sus manipulaciones. Pero no. No me van a callar, porque entre otras cosas soy un hombre libre. Estoy hasta el gorro de soportarles. Y es más; si en esta ciudad hubiera un par de “bemoles”, mucha gente que piensa como yo, se lo diría a la puñetera cara, a ustedes y a muchos de los responsables que gobiernan desde el siglo pasado, instituciones culturales. Ustedes han medido la cultura para Avilés desde un prisma. Y yo, como tantos avilesinos, la veo en otra dimensión. Los arquetipos del funcionario adormecido fragmentan y condicionan el futuro de una ciudad. Y ustedes que presumían de reorganizar, cambiar y enriquecer, se han apoltronado en la insuficiencia: ustedes si que son un cáncer para Avilés. Por favor no me hablen de sus estrenos nacionales, etc, etc. Son todos fenomenales. Y yo los acepto. Pero da la casualidad, de que en Avilés, viven muchos cientos de personas, a los que no les interesan. Gentes que pagan sus impuestos y que no ven recompensados sus aficiones culturales o musicales. Y si les apetece ver a Elliott Murphy o a Antonio Vega, se tienen que ir a otra ciudad. Por cierto, artistas de primera talla internacional, a los que ustedes no se han dignado ni a saludar en camerinos en su visita a Avilés. Son ustedes patéticos, por no decir que son unos impresentables. Hagan cuentas. Sumen, resten, y dividan, el resultado será nefasto, miren por donde lo miren. Y si no al tiempo.
Ese tiempo que les pondrá en su sitio, y espero que eso sea, pronto, muy pronto, y a ser posible, lejos de mi amada Avilés.